Magna tierra de la indiferencia.Tierra fértil, desnuda y mentirosa. Semillero de gente ambigua, gente mala, gente miedosa, gente tortuosa. El pago, del sutil encuentro, hacia lo sublime, la deja trémula de espanto: es el vacío. El ocaso, que la despide, con un dejo de esperanza, es invisible. Ella lo ignora, dando la espalda (Sandricuentos 455).
“Señora mirando lo Sublime y viendo que le queda un poco lejos” de Caspar David Friedrich. |
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